He aquí unas magdalenas saladas de jamón y queso con el toque dulce de la piña. Una mezcla muy sabrosa y una textura súper jugosa muy fácil de hacer. Ideal para tomar tanto en frío como en caliente.
La bechamel es una salsa muy recurrida para muchas recetas. Líquida, para normalmente acompañar con queso y gratinar, o espesa, para rellenar o hacer croquetas, es una receta que os vendrá muy bien saber hacer.
Las galletas de mantequilla son las típicas que se hacen para decorar, ya sea con glasa o con fondant, en nuestro caso hemos usado glasa para decorarlas con motivo de Halloween. Son las más fáciles de hacer, con un sabor dulce, pero no en exceso, que combina a la perfección con el dulzor que le aporta la cobertura.
El Roscón de Reyes, una receta tan tradicional y simple, que no muchos se atreven a cocinar, sobre todo por la comodidad y la facilidad que supone el comprarlo hecho en cualquier confitería… Quizás no te lo hayas planteado hacer nunca, pero merece la pena intentarlo, no es difícil y el resultado que obtendrás no tendrá nada que envidiar al que venden en tiendas (con todo su aroma y sabor característicos).
Estos bocaditos de queso, conocidos internacionalmente como Galletas Wisconsin, son una especie de panecillos salados ideales para comer recién horneados y usarlos como acompañamiento para un día de «picoteo» junto con un buen jamón o cualquier tipo de embutido.
¿Qué tal si nos atrevemos con una tarta de turrón para finalizar el año? Es el postre ideal para aprovechar esas tabletas de turrón que sobran en casa después de todas las fiestas. Una tarta fácil, que no necesita horno, que seguró que te encantará.
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